lunes, 14 de marzo de 2022

Instrumento de tu paz

 O no publico por meses, o cuelgo dos entradas en un día... Así soy yo. 

Acabo de tomar conciencia que no había publicado nada sobre la #invasiónrusa en este blog. No puede pasar otro momento sin que exprese mi opinión; aunque nadie lo lea, aunque a nadie le importa. 

Samuel Beckett dijo, Cada palabra es como una innecesaria mancha en el silencio y en la nada

Y en pos de esa idea es que publico esta entrada. Por ningún motivo debe permitirse ningún tipo de intervención militar ni en este territorio ni en ningún otro. Toda guerra es un crimen y por tal, quienes la promuevan son criminales.

Lo peor de esta situación es que enfrentan a países hermanos cuyos pueblos no quieren la guerra. Lo repito por si hay gente distraída:

Ni el pueblo ucraniano, ni el ruso quieren esta guerra. 

Ellos sufrirán los coletazos de decisiones de otros que jamás estarán en un frente de batalla, ni sufriendo las penurias impuestas por el bloqueo económico... Los hijos a ambos lados de la frontera serán separados de sus padres, los maridos de sus mujeres, los hermanos de sus hermanos, las docentes de los alumnos y los obreros de sus fábricas. 

Repito, ningún integrante del pueblo ucraniano y ruso quiere la guerra... Ningún integrante de la Humanidad. Aquellos que la promueven deberían considerarse extranjeros de la especie humana. 

Humildemente desde este lugar pedimos que prime la Humanidad y se frene enseguida toda acción bélica. 

Nadie quiere la guerra. Todos queremos paz.

Hasta dar la vida

 Hola a tod@s: 

Hace rato que no escribo. Es que hace rato estoy elaborando muchas cosas de las que no sé cómo ponerlas en palabras. 

Toda mi vida pensé que la docencia era mi eje y mi norte... que ser buena persona era lo que debía guiarme... que el dar lo mejor de mí es la guía. 


Pero parece que no. No me mal interpreten ... no soy una mártir, ni una santa. No es que yo hago todo bien y el resto mal. Pero la verdad que pensaba que yo hacía la diferencia, que era comprometida y que mi manera de ser docente es la correcta. 
Pues parece que no.
Parece que esta entrega, estas ganas son una forma de escaparme de mi vida. Y ni siquiera lo hago bien... Porque en lugar de corregir me cuelgo jugando jueguitos o dormitando en el sillón... 
¿Puede ser? ¿puede ser que mis creencias sean sólo excusas para no vivir mi vida?

No lo sé. 
Ojalá que no.

Maloserá, gente! Maloserá!