lunes, 17 de julio de 2017

Reconstrucción

Arrancan las vacaciones de invierno y la verdad que una angustia dolorosa invade mi espíritu. No es por él. No. Es por lo que él significaba y por lo que su partida conjura... sentencia.
Desde el primer día supe que era una historia con final asegurado... por él... por mí... por ambos; así y todo yo me arriesgué. La cobardía de su huída sin palabras fue un elemento más para la tragedia griega y su desfile de antiguas amantes frente a mi puerta un mero elemento necesario para la secuencia narrativa de mi vida.
Es verdad quizás en mi dudas y miedos ahorré demasiado en afecto... pero no tanto como para justificar la maldad de su desidia...
Ahora me encuentro pensando en lo que quiero y necesito; en cómo cumplir EL sueño infantil que aún me falta...
A veces se desea tanto algo que no podemos conseguirlo y esa falta nos mata.
No estoy muerta, sin embargo, soy una optimista enferma y aún en el derrumbe creo que se puede reconstruir el alma guiándonos por el eje de la puerta que aún quedó en pie.
Soy optimista... no ingenua... y no sé cómo  pero sé que saldré adelante.
Día 1... veremos cómo seguimo
s.
Maloserá, gente. Maloserá!

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