viernes, 29 de enero de 2016

La llamada

La verdad que como dice Ismael Serrano. "Tener miedo y estar vivos... es bastante parecido" Pues entonces hay que vivir. Hay que buscar la cura del miedo y del insomnio... y aquel que no supo ocupar su lugar fue rápidamente reemplazado por alguien a la distancia; pero por alguien que responde a mis palabras. Veremos que decide el futuro.

Maloserá, gente. Maloserá!

jueves, 28 de enero de 2016

Yo

Justo ayer me estaba burlando de Ricky Martin que escribió un libro con este título... Pero bueno, esa es la realidad del ser humano: una recursividad adinfinitum de las primeras frases dichas alguna vez.
Acabo de tener la última sesión de terapia del verano.... Mi psicólogo, con su antispam característico (es decir NULO) me dijo que tengo que ignorar al otro. Claro, así, fuera de contexto suena fuerte... casi rayando el egoísmo y la soberbia extrema pero no... al parecer no es así. Al parecer he vivido mi existencia en un limbo de dependencia del otro y he usado su realidad y sus exigencias como excusas para no hacer las cosas que a mí me gustan y vivir mi vida.... "El foco tengo que ser yo, después yo y luego muy muy cerca de mí los demás" Esa frase dicha por una gran mujer que me acompañó cuando estaba intentando sacarme de encima el peso de la tristeza y la angustia que en mí se habían convertido en kilos de sobrepeso concreto. 
Es difícil escribir un retrato de mí sin decir mi nombre ni identificar mi identidad por si hay alguien por ahí dando vueltas que se le ocurra buscar relaciones y dar conmigo. Aunque no creo que ese alguien exista.
Puedo decir que desde siempre fui una niña llena de dudas, de curiosidades, de morisquetas, de alegrías y reflexiones.
El primer recuerdo que tengo es de la sombra de mi madre hablando con una vecina sobre la guerra de Malvinas.... cosa que es biológicamente imposible porque los recuerdos se asientan a partir de los cinco años y yo en 1983 tenía sólo dos años. Y no sé por qué recuerdo que íbamos para el Coto (cuando Coto era sólo una carnicería) y que era de tarde y que hacía calor y que mamá hablaba con la vecina... Aunque la imagen, solo la imagen era la sombra de mamá sobre el piso cuadrillé de Boedo. Es una imagen amarilla y naranja. Cálida.
El siguiente recuerdo es el del Jardín LA CASITA. Esos azulejos verdes acompañaron años de mi historia y sin embargo tampoco debería acordarme de ellos; ya que LA CASITA fue mi jardín de los tres y cuatro años... ¿o fue antes? Recuerdo que la maestra jardinera en la última entrevista antes de empezar las clases me dijo que debía dejar los pañales para ir al colegio.... pero no puede ser si tenía tres años debía haberlos dejado hace mucho. Ahí tienen mi primera incapacidad.... la primera de varias.
Del departamento de mi infancia tengo el recuerdo del sol entre las ranuras de las persianas ... ese sol cálido de la tarde antes de subir las persianas y dejar que entre todo el fresco de la noche, recuerdo una muerte súbita, una inundación sin agua, un castigo sin razones y una cama de muñecas blanca de hierro con sábanas rosas. Fue en ese departamento que viví una tormenta "Santa Rosa" escalofriante. Tuve un "casi" castigo que no fue pero cuyas secuelas aún sufro. Creo que fue en ese departamento en donde aprendí que había que hacer para....
Había que callar para no molestar, había que reír para alegrar, había que no preguntar, había que escuchar atentamente y la verdad era sólo una: La de ellos. Y estaba bien que así sea... después de todo ellos eran los adultos que le mostraban el mundo a una nena pequeña ... que tenía que aprender a ser y crecer. Estaba bien que castiguen una travesura.... aunque quizás fuera un poco exagerado el modo de hacerlo. Recuerdo que de alguna manera entendí que estaba mal enfermarme porque según ella, lo único que quería era hacerme la "pobrecita" como la nena que estaba enferma en la serie que seguía. Él me había acomodado frente a la tele antes; me había pasado azufre por el cuello y me había dejado con un beso y un abrazo acomodada. Ella casi enseguida cuando se fue él me grito y me sacó de ese lugar. (Pensar que esto no se lo conté aún a mi piscólogo, la panzada que se daría) Me sacó las almohadas, el banquito y me obligó a sentarme en una silla normal y a "dejar de hacer teatro"
Mi psicólogo dice que tengo que dejar de esperarlos y al dejar de esperarlos a ellos, debo dejar de esperar al mundo...
Parecería que debo darle la espalda a todos y darme sólo vuelta cuando algo me interesa. ¿y dónde queda el amor? ¿la entrega por una causa? ¿la felicidad de dar algo sin esperar nada a cambio? No me engaño, lo que señala mi psicólogo es que yo anulo mi vida en pos del otro.... pero eso me suena a una mártir.... a alguien digno de admiración y yo no soy nada de eso. Debo cortar porque estoy por reunirme con mi madrina y no quiero que ella se entere de la existencia de este blog.
Ven ... no tengo nada de grandioso en mí.
Maloserá, gente. Maloserá!

jueves, 21 de enero de 2016

Si me quereís, irse


Fuente: Partida (2016) de Inés Martinez
Soy permeable a todo lo que me rodea. Lo leído por casualidad, lo escuchado al pasar, lo visto, lo olido ... lo vivido dispara introspecciones muchas veces dolorosas y también las hay graciosas. No puedo ignorar que este afán por el sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial sea en parte esta necesidad mía de encontrarle un sentido a lo que me pasa y una manera de mirar para adelante. No importa cuán distraída o estresada me encuentre, las asociaciones vienen a la mente de una o de a varias a la vez. No puedo evitar vivenciarlo todo de manera autorreferencial. Sé que no soy el centro del mundo pero creo que todo me habla, que todo me interpela y que cada átomo que se mueve a mi alrededor tiene un porqué y un fin con respecto a mí.
La frase de Lola por ejemplo; la dijo hace décadas, con un significado. Alejandro Sanz en su carta a Lola Flores también la usó con otras varias decenas de sentidos. Pero a mí, a mí me impactó de dos maneras: Porque me quieren, se tienen que ir y Porque me quiero; me tengo que ir. 
Sigo sin entenderlos y sin entenderme. Aún busco la infructuosa manera de poder vivir sin cortar la relación, sin abandonarlos. Sé que de hacerlo me estaría mintiendo a mí misma. ¿Existe algún punto intermedio? ¿Alguna manera para no perderlos del todo pero tampoco darles mi vida a a ellos?
Escucho su risa en mi cabeza. ¿Darles la vida? Si yo hago lo que quiero, me muevo a donde quiero y decido todo de mí.... ¿Será realmente así?....

Maloserá, gente!. Maloserá. 

miércoles, 20 de enero de 2016

La guerra no tiene rostro de mujer... (y a veces la vida tampoco)

Sigo dándole vueltas a las mismas cosas que ayer y me encuentro en los mismos lugares que ayer. La falta de ganas. La falta de fuerzas. Esa sensación exclusivamente moderna de que nuestro "inconsciente" nos está jugando una mala pasada. ¿Puede todo pasar por lo intangible que hay en nuestro cerebro? ¿Somos acaso sólo un grupo de impulsos? Si lo que dice mi terapista fuera totalmente cierto ¿cuál sería el punto del verdadero amor? ¿es algo que existe acaso? 
Hoy terminé el libro que titula está entrada; la autora, Svetlana_Aleksiévich, intenta describir desde la polifonía de miles de mujeres; la vida de unos cientos de miles en el frente de batalla ruso durante la Segunda Guerra Mundial.
Otra vez ese género; el de las microhistorias que construyen en su totalidad La Historia; describe desde lo minúsculo y justifica lo grande. No se basa en la gran gesta (si es que acaso a una batalla se la puede llamar una "gran gesta") Más allá del mérito o no del libro; de lo merecedor o no del premio Nobel otorgado a la autora... Este conjunto de voces ha permitido ponerme a mí misma en abismo.
Creo que todo buen libro debe lograrlo; y tengo la suerte de haberlo vivido con muchos de los libros que han llegado a mis manos. Desde lo que muchos ancianos filólogos y acríticos pensadores consideran literatura comercial, hasta las más reconocidas obras de la literatura universal.
Este libro en especial planteó muchas dudas a mi alrededor... pero la central "YO, en el lugar de todas estas mujeres ¿Qué haría?" ¿Cómo llevaría adelante mi vida si todo lo que conozco desapareciera? Y en caso de no hacerlo, me animaría a dejar a mis padres y hermanos para pelear por algo como lo que ellas llaman LA GRAN IDEA. 
Todo parece lejano. Todo parece difícil. Ayer por la noche caí en la película La ladrona de libros (2013) y no pude menos que angustiarme por la vida de Liesel. Abandonada por su madre; con su hermano muerto y finalmente sin nadie más. Pero ella tiene una ventaja  de la que yo carezco (sí no puedo evitar la autoidentificación) cae en una casa donde la reciben y la registran. La realidad conmigo no es tan halagueña. Es verdad que jamás perdí a nadie "mío" pero ¿alguna vez pude considerar a alguien "mío"? Yo quiero con todas las fuerzas de mi alma... incluso más; pero no sé si del otro lado puedo considerar lo mismo. Claramente las pasé mucho mejor que Liesel. No viví la guerra, ni pasé hambre, ni me abandonó mi madre. Pude estudiar, correr, viajar y leer a mi antojo. Si algo no hice fue debido a mi pereza y no a un freno exterior. Sin embargo hay muchas voces a mi alrededor -e incluso dentro de mí- que me señalan que hay algo más que debo luchar contra algo más... que no es mi culpa todo lo que me sucede. 
¿Seré bipolar? En un momento estoy viendo la sombra de alguien haciéndome vestidos para las muñecas mientras yo juego en la pileta pelopincho con mis hermanos y enseguida el silencio y la indiferencia prolongados. Recuerdo las mañanas de domingo subidos a la panza, jugando y riendo y las largas charlas y las amenazas por que no era suficientemente buena. ¿Cómo conviven esos dos mundos en mi interior?  
Imaginate que alguien durante mucho tiempo mucho tiempo junta plata y decide regalarle a cada hijo una perla diferente. Claro que las perlas no se pueden comprar todas juntas por lo que habrá una perla más grande que otras. Habrá alguna perla más nueva y brillante y otra más vieja y descascarada. ¿Pierde valor el regalo? No. Pero ahora imaginá que esa persona le dice a cada hijo "toma esta perla, usala pero no hagas nada más porque es la de tu hermano"¿Qué pasa entonces?.... Esa es la respuesta que estoy buscando y que creo me tienen impávida en este lugar de mi vida desde hace un tiempo. 
¿Cómo medir qué es amor y qué enfermedad?.... Será verdad lo que me dicen que hablo desde el lugar de víctima. Siempre sentí lástima por esas mujeres que se consideraban víctimas y no hacían nada por cambiar.... ¿es que acaso esa soy yo? Las dudas se acumulan más que las certezas y realmente no creo poder resolverlo.... Quiero hacerlo, porque siento que es de la única forma que podré ser feliz.... pero a qué costo. No puedo aceptar lo que me dicen... que no importa lo que yo haga que mientras el ego de ellos quede intacto ellos estarán bien. La imagen de o tener a nadie es dolorosa y reiterativa.... pero ahora sólo tengo las ilusiones de esos alguienes.... ¿cómo podré diferenciarlos? 

Maloserá, gente. Maloserá!

martes, 19 de enero de 2016

4 LETRAS HORIZONTAL

La infancia de uno siempre está plagado de claroscuros y son pocos los que logran separar la paja del trigo y sobrevivir con sus valores intactos. Amo a mi familia. Eso jamás lo pondré en duda. Lamentablemente, la variable que está en discusión no es necesariamente la del amor. 
Durante mucho tiempo creí que sólo tenía malos recuerdos de mi infancia, pensé que sólo quedaban en mi memoria las humillaciones, los gritos, los desplantes. Durante mucho tiempo el enojo y la bronca; el sentirme excluida y sola podía más que otra cosa. 

Como dijo Art Spiegelman en Maus (1977-1991) "Las discusiones con mi padre han perdido la urgencia" y es verdad. A medida que yo gano años parece que el discutir con "ellos" se vuelve cada vez menos urgente y comienza a ser urgente la discusión conmigo misma.

Necesito la foto de la familia perfecta y no sé por qué. NO sé por qué necesito dar por sentado el amor de mis padres y de mis hermanos. No sé por qué no tolero sus miserias y sus broncas. No sé por qué depende mi alegría de mi separación de ellos. No entiendo. No entiendo cómo está bien no pasar con su familia las fiestas. No entiendo cómo alguien puede tomar una decisión trascendental,dar un paso increíblemente importante y no participar de él a sus padres. Tampoco entiendo como hay padres que manipulan las situaciones para conseguir lo que ellos creen que conviene. No entiendo como hay padres que no quieren a sus hijos. 
Mi mamá me tuvo cuando era diez años más joven de lo que soy yo hoy, ahora. Es decir, que para cuando cumplió mi edad; mi mamá ya había tenido cuatro embarazos (incluído la pérdida de un bebé) Con su marido, ya se habían mudado tres veces (siempre vendiendo y comprando... jamás alquilando) y empezaba la construcción de su casa soñada que hoy 19 años después de estrenada ya queda grande, vieja e inmanejable. No sé si ella y su marido soñaron alguna vez con envejecer juntos ahí o si realmente querían la casa llena de nietos. Muchos me dicen que no; pero yo me resisto a creerlo.
A mi edad sé que el "final feliz" no existe y que todo se reduce a esforzarse mucho, cada vez más para llevar adelante la vida antes que la vida se lo lleve por delante a uno. Sé que el príncipe azul destiñe bastante seguido y que el trabajo (hasta el más deseado y vocacional.... el más apasionado y seguro) es un desgaste diario que muchas veces harta. Sé muchas cosas.... pero siento otras y en el intentar equilibrar lo que sé con lo que siento se me está yendo la vida. 
No me reprocho no haber tenido la vida de mi mamá. A mi edad, conocí bastante e hice muchas cosas. Quizás no tantas como otras personas pero obtuve dos títulos universitarios, tengo una profesión que amo, la suerte de haber viajado y de contar miles de experiencias que cambiaron la óptica de mi mirada y me hicieron crecer. Incluso cuando eso implicaba retroceder hasta mi adolescencia y revivir situaciones y experiencias que había dejado adormiladas. 
Puerto Deseado seguramente implica el paréntesis de mi vida para resurgir con más fuerzas y más ganas. En Deseado es donde tengo el tiempo para pensar, reflexionar, rearmarme y SERVIR. Sí, Servir con mayúsculas porque sólo desde ese Servir pude entender cosas que de otra manera jamás habría entendido.
El problema no es ese. No me reprocho el tiempo dedicado a tal o cual sueño; o el error de dedicar tanto tiempo a un camino que sabía no era el mío. No. El problema sigue siendo la trampa mortal de esas cuatro letras de las que habla el título. Empiece como empiece la palabra; con m o con p. 
Gentileza de Wikipedia.es 
Llevo años de terapia, prácticamente desde los 15. Y sin embargo la trampa mortal de la culpa y el amor en el que me metieron parece no tener escapatoria. Y el problema es que duele. Duele y mucho. Duele verlos mal y me duele (quizás menos) verme mal. Pero sigo dentro de la trampa. 
Hay elementos que por momentos parecen que me permitirán escapar: la carrera, el viaje a Deseado; algunas vacaciones, el primer viaje a Galicia, el curso de manejo, el baile. Pero indefectiblemente vuelvo a la jaula.
Me dicen que o me quieren, que sólo se quieren ellos. Me señalan con ejemplos concretos que no registran a nadie más allá de su ombligo. Tengo marcas en el cuerpo de las visibles y de las que no lo son que avalan esta línea de pensamiento y sin embargo me niego. Me niego a creer que la persona más maravillosa que conozco no me quiera. Me niego a creer que más allá de su enfermedad no haya en quien me llevó en su interior más de nueve meses ni el más mínimo resabio de afecto. Todo sea neurosis o peor aún psicosis. 
En dónde quedo yo si mis mismos padres no me quieren; cómo puedo esperar que me quiera otra persona que confíe en mí otra persona. Parece discurso melodramático cursi de una telenovela.... De pequeña quizás me identificaba con esas protagonistas que la vida las maltrata y que les pasa de todo y finalmente tienen ese final feliz. 
Qué ironía, no? Acaba de pasar una nena, de esas de tantas que pasa por las mesas de los bares porteños, le dejé algo sobre la imagen de cartón que ofrecía venderme.... "Dios la bendiga doña"... si supiera lo que lo necesito. Y seguramente mi vida al lado de la de ella fue un oasis de felicidad.... y sin embargo me siento desdichada. Y sin embargo releo lo que escribí y noto que aquello en lo que dije no creer es finalmente lo que espero. 
Frente de la calle Yapeyú 
Porque sí. Aunque me ponga en la actitud superada de "ya sé que no me registran" "ya sé que no me quieren" no puedo en contra del amor, incluso si el amor me está destruyendo.  
Estoy a la vuelta de un lugar que claramente marcó una época poco agradable de mi vida. En ese colegio no recuerdo buenas vivencias (aunque quizás sí, algunas en solitario) pero no fue culpa del colegio. Yo no pertenecía a ese lugar. La Virgen me cubrió con su manto como decían cuando entré pero no me protegió del todo. Esa es la otra cuestión... ¿Qué plan tiene Dios de alguien a quien ni sus propios padres quieren? Pensé muchas veces en la vida religiosa;de hecho lo hago de cuando en cuando pero no me engaño; sería una manera de eludir la responsabilidad sobre mi vida... Sería la salida más fácil. 
Llevo horas escribiendo y no tengo nada en claro en mi mente. Las excusas que los disculpan se siguen acumulando y mi necesidad de cariño sigue sin ser satisfecha.... pero después de todos ¿qué es el cariño? ¿Qué es el amor?
Estoy cerrando la compu yendo para la misa en honor a Pablo Barton. Un explorador que un día como hoy hace 19 años se tiró al río para sacar a dos nenes más chiquitos que se los estaba llevando la corriente ¿Por qué lo hizo? ¿Por amor? ¿por culpa? ¿por miedo de tener que decirle a los padres de los nenes lo que luego le dijeron a los suyos? Nadie puede responder por Pablo. Sus actos ya lo hicieron. Ellos hablan por él.
No sabría bien decir que dicen mis actos de mi. Creo que me describiría como una nena desagradecida, vaga y caprichosa.... pero sé que soy más que eso....
 Disculpen la extensión. 
Maloserá, gente. Maloserá!


Las clases de manejo (de la cuatro a la ocho)

Más allá que la práctica con mi padre no fue muy halagadora.... -jamás pensé que podía morirse una camioneta por ser Díesel si soltaba el embrague- Fuera de eso creo que lo hago bastante bien. Aunque me cuesta imaginarme en "la selva de cemento". Es verdad que voy a dar mis primeras andadas  Deseado y no acá en Bs. As. pero igual.... Tengo la sensación que la cantidad de variables es tan amplia que me parece que no podré ser capaz jamás de abarcarla. Que si el seguro, que si la patente, que si el estacionamiento y ni que hablar de todo lo que a mecánica se refiere. Tengo tanto miedo a las obviedades que para mí noson tales que a veces me paralizo.
La clase teórica me indignó. ¡40 km por hora en calles de una mano! ¡Quién va por la derecha tiene prioridad! ¡Hay que usar las balizas y las luces de giro para identificar cualquier maniobra! En este momento estoy sentada en la esquina de Castro Barros y Rivadavia y puedo describir de un golpe de vista varias decenas de infracciones ... y eso que aún no me senté a estudiar la ley... 
Por si alguien le interesa:
Acá va el link a toda esa información:

Maloserá, gente. Maloserá!    

viernes, 8 de enero de 2016

Tercera Clase de Manejo

Tomar velocidad nunca fue un problema para mí.Así que el pase a tercera tampoco debería serlo. Llegar al autódromo; ubicarse, acomodar el asiento, el espejo retrovisor, sacar el freno de mano, embrague, poner primera, acelerar un poquito, soltar el embrague DESPACIO... salir... sentir que el auto llega a 20 km, soltar el acelerador, embrague, segunda, soltar el embrague DESPACIO, acelerar lentamente, sentir que podes dar más, embrague, tercera, soltar DESPACIO el embrague y salir. Parece fácil, hasta se escribe sencillo... pero no lo es y temo lentamente y en mi interior que no voy a poder .... que no voy a dar con la talla. Igual no me pienso dejar vencer. Aunque me cueste más que al resto YO VOY A SACAR EL REGISTRO Y VOY A MANEJAR. YO VOY A MANEJAR BIEN; aunque todo el mundo (y yo misma) desconfíe bastante de ello. 
Las apuestas son varias y están muy distribuidas. No sólo aspiro a un crecimiento emocional, patrimonial y hasta físico; sino que también quiero que sea armonioso. Quiero que sea mío. No importa si la gente lo ve o no. De momento considero mío solamente a este blog que nadie lee porque yo no difundo y aunque hay varios que saben de su existencia, nadie lo ha podido encontrar. Quiero estar a la altura de la persona que me imagino que soy. No me quiero contentar... menos resignar... estoy harta de defraudarme a mí misma y si este verano tiene que ser el cambio ... pues que así sea... aunque signifique quedarme sola porque la expectativa que tenía sólo se quedó en eso... en una breve histeria que no tiene mucho más que un caldo revanchista. Aunque signifique poner paños fríos a la gente que quiero para que entienda de límites y paños calientes para acercarme a un cuerpo para por egoísmo tener la manera de seguir funcionando; aunque sea sin amor.
Entiendo que el auto se rompe después de equivocarse tantas veces entre primera y segunda... por lo tanto, no queda otra que acelerar y ponerse en manos de Dios. Después de todo de eso se trata la vida. 

Maloserá, gente. Maloserá!

Segunda Clase de Manejo

Pues se van todos a cagar! Una clase entera para tomar y soltar la primera, el embrague y la segunda y ni así lo logro.... Presionar y soltar, eso nunca fue lo mío. Soltar, digo... porque lo que se dice presionar, lo hago con mucha facilidad pero poca efectividad.... La mayoría de las veces las personas presionadas se terminan cansando y huyendo o bancando la presión pero sin dejarse influir mucho por ella.
Todo el mundo me dice que es práctica... ¿sabrán qué carga tiene para mí el manejar? ¿Sabrán qué significa en mi interior poder hacer eso?.... Comprarme un auto y moverme al lugar del mundo que se me de la regalada gana?
Sabrán que significa madurez, crecimiento e independencia? Sabrán que en mi cerebro cualquier persona es incompleta si no sabe manejar? Sabrán el miedo que me infunde al sentirme poco apta? Sabrán?
 Un amigo, tomando un café me dijo que no. Que los otros jamás sabrán nada de mi experiencia. Jamás podrán ponerse y procesar el mundo en mi lugar porque jamás han estado realmente en mi lugar. Jamás han vivido mi historia ... y puede que sea cierto. 

Maloserá, gente. Maloserá!

lunes, 4 de enero de 2016

Primera Clase de Manejo

Hace 10 días cumplí 34 años. Hace 8 días retomé el baile en el Malecón. Hace un año y cuatro meses que estoy residiendo en Puerto Deseado. Hace 15 días que estoy de vacaciones, Hoy tuve mi primera clase de manejo y no puedo dejar de pensar que todo tiene alguna relación oculta. Es verdad que el no manejar siempre me hizo sentirme menos "adulta" Es verdad que los 2099 kilómetros de distancia con mi familia es una gran manera de crecer y de independizarme y no sostenerles la vela (o usarlos de excusa para no vivir mi vida). 
La clase estuvo bien. Una hora de arrancar, detenerme y volver a arrancar. Embrague, primera, acelerar hasta 2 revoluciones, ir soltando el embrague de a poco, Embrague nuevamente, soltar un poquito el acelerador pasar a segunda y andar.
Suena fácil... la coordinación es lo difícil. Como todo en la vida, El bendito punto medio.... ¿alguien alguna vez lo encontró? firme pero suave; constante pero seguro... 
Llevo los 34 años de mi vida intentando manejar este auto... los volantazos fueron varios pero he sobrevivido hasta acá... Lamentablemente no encontré un sólo copiloto que viaje conmigo los suficientes kilómetros para decidir contratarlo. Hasta el momento sólo uno quiso el trabajo... pero huyó despavorido antes de firmar el contrato definitivo. Hubo otros que pasearon un rato conmigo pero jamás decidieron quedarse definitivamente. 
Cada año que pasa, cada año que se cumple, el peso es mayor por no encontrar a aquel que se siente al lado mío. Los que van detrás, amigos, parientes, colegas; no presionan mucho por ese asiento vacío... pero sí preguntan. A veces, la pregunta duele más que cualquier presión que cualquier insistencia. Pareciera decirme que hay algo malo en mí; que soy de ese colectivo destinado por Dios a migrar de un lado a otro, sin raíces, sin descanso. Parece recordarme, esa pregunta inocente, hecha al pasar, desde el afecto o desde el Rial que todos llevamos dentro, que no soy apta; que no sirvo. No hay nada que me moleste más que eso. Lo sé. 
No estoy dispuesta a resignarme; pero cada vez me da más miedo. Cada vez pienso que es más improbable encontrar a alguien que me tome de la mano y me tenga en cuenta. 
Por momentos me enojo mucho; creo que estoy en el mismo camino que hace meses, buscando lo mismo que hace meses y con el mismo resultado que hace meses. Ya no sé cómo seguir... no quiero repetir rutas conocidas, o quiero engañarme más... ni soñar que alguien actuará de la manera que a mí me gustaría pero que a él jamás se le ocurriría.
¿Dónde está? ¿realmente existe? ¿en qué quedo yo si él es sólo un sueño o una utopía?

  Maloserá, gente. Maloserá!